Verónica Martínez

Entrevista a Verónica Martínez: Mujer y discapacidad, ¿doble discriminación?

Con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, entrevistamos a Verónica Martínez, administrativa del área de Inclusión de Personas con Discapacidad en Fundación Prevent, para conocer su experiencia en primera persona respecto a la doble discriminación y la inclusión en el mercado laboral.

¿Existe la doble discriminación en el ámbito laboral?

Tengo que decir que sí. En mi caso concreto, he visto que, tanto algunas empresas como trabajadores, se sienten incómodos con la conciliación familiar en el caso de las madres, otras que directamente se asustan ante la discapacidad y cuando ambas se dan… casi es un pronóstico terminal como trabajadora.

¿Qué es para ti la inclusión laboral?

Para mí la inclusión debe empezar en el momento en que entramos en el mercado laboral. Desde no tener prejuicios, no discriminar según el tipo de discapacidad ni directamente descartarnos porque nos consideren una carga. La inclusión pasa por no cronificarnos en los centros especiales de empleo porque somos rentables. Hay que entender la adaptación desde el momento en que se inicia un proceso de selección y no únicamente de cara al puesto de trabajo. Creo que podremos hablar de inclusión laboral cuando para las empresas la igualdad sea un valor y un principio, cuando formen a sus propios trabajadores en este aspecto y no simplemente se ciñan a cumplir el mínimo que alguna ley les exija.

En tu experiencia, ¿cómo cambia estar en un entorno laboral sensibilizado de uno que no lo está?

En mi caso, que tengo multidiscapacidad y gran parte de ella es invisible, el que el entorno esté sensibilizado o no, marca la diferencia entre poder desarrollarme o no como trabajadora. Cuando el entorno no está sensibilizado, te encuentras teniendo que convencer a los demás de tu situación, teniendo que contar intimidades para justificarte y viendo como acaban a veces flexibilizando o “adaptándose” en lo mínimo a tu discapacidad por “hacerte un favor”. En este tipo de situación normalmente para mí ha acabado siendo muy complicado continuar desarrollando mi trabajo y me ha supuesto sentirme muy frustrada e inferior a las personas que no necesitaban de ningún apoyo. En una empresa sensibilizada, creo que lo que se valora es la capacidad desarrollando mi trabajo. Las adaptaciones son algo que contribuye a poder tener un máximo rendimiento, a lo que tengo derecho y que me da las mismas oportunidades de proyección dentro de la empresa que a mis compañeros.

En tu experiencia, ¿cómo afecta la doble discriminación a la hora de trabajar de cara al público?

Pienso que por el hecho de ser mujer se asume muchas veces una actitud muy concreta y se espera cierta apariencia. Además, en el caso de las discapacidades que son visualmente evidentes, muchas veces se acaba tratando a la persona desde un punto paternalista, más aún si hablamos de alguien joven. En el caso de discapacidad mental, creo que el hecho de que existan unas expectativas hacia la mujer choca de frente con la duda de la capacidad de esa persona de poder desenvolverse en la atención al público.

¿Cómo crees que se puede empoderar más a las mujeres con discapacidad en el ámbito laboral?

Pues una vez más, por un lado, con formación en el entorno laboral. Por otro lado, creo que muchas veces tenemos interiorizado que al tener discapacidad tenemos que conformarnos y dar gracias por cualquier puesto de trabajo que nos ofrezcan y no perderlo. Estaremos realmente empoderadas cuando veamos a mujeres con discapacidad en puestos de responsabilidad que demuestren que podemos aspirar a más.